domingo, 6 de septiembre de 2009

Así no, Argentina.

Parece ser que mudarse a Rosario, para sentir el aliento de la gente, no influyó demasiado. Argentina volvió a perder y jugando mal. En cambio, Brasil hizo un partido perfecto: fue sólido, contundente, eficaz y contó con esa cuota de suerte necesaria para este tipo de partidos.

Ahora el conjunto de Diego Armando Maradona deberá viajar hacia Paraguay para defender con uñas y dientes el cuarto puesto. Sí, triste pero real. Hoy por hoy está llegando al Mundial de Sudáfrica por la puerta de atrás, pero no debe descuidarse porque Ecuador, Colombia y Uruguay están muy cerca. Sucede que el funcionamiento del equipo es malo y eso genera incertidumbre de cara al futuro, más teniendo en cuenta que después de jugar en el Defensores del Chaco, enfrentará a Perú y cerrará en el estadio Centenario, nada más y nada menos, frente a Uruguay.

En tanto, el entrenador deberá solucionar varios temas importantes, especialmente en el juego aéreo, uno de los principales déficit en el día de ayer. Además, tendrá que estar atento en el armado del banco de suplentes y alternar entre jugadores ofensivos y defensivos, ya que ante Brasil no tenía recambio bajo el resultado adverso. Tal es así que sólo hizo dos cambios -Milito por Tévez y Agüero por Rodríguez- pero el equipo jamás encontró solución.

Con esta derrota se fue un record. Hacía 16 años redondos -5 de septiembre de 1993- que Argentina no caía en condición de local. En aquella oportunidad el conjunto nacional también había quedado bajo la lupa, luego de un 0-5 histórico ante Colombia. Finalmente, terminó jugando el repechaje con Australia y logró llegar al Mundial de Estados Unidos.

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